Cuando llega el segundo hijo, pensamos que no volveremos a cometer las mismas equivocaciones, pero si bien es cierto hemos aprendido cosas nuevas, cada niño es distinto. En este artículo te contamos más.
Jesica Kuwae, psicóloga infantil y directora del centro Crianza Danza, nos explica que no es que los padres cometan errores con el segundo hijo, sino que al haber tenido la experiencia con el primero, desean hacer las cosas igual o por el contrario, hacer todo lo opuesto. Sin embargo, a veces no se toma en cuenta que tener un segundo hijo es como iniciar una historia totalmente nueva como padres.
Aquí te dejamos algunos de los errores más comunes.
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1. CRIAR AL SEGUNDO HIJO ES «MÁS FÁCIL» QUE AL PRIMERO
La psicóloga comenta que los padres pueden creer que pasando por la experiencia de ser padres primerizos, ya todo seguirá su curso. Sabrán qué hacer antes las etapas de desarrollo e incluso esperan que los logros a cada edad sean iguales: cuando hablan, cuando caminan, cuando duermen solos, etc.
“Pero generalmente no es así, cada hijo tiene su propio ritmo y sus características de personalidad. Entonces, será un desafío distinto ser padres con cada uno de ellos”, acota.
2. COMPARARLOS Y ETIQUETARLOS
En ocasiones, sin intención, los padres pueden definirlos por alguna características: el dormilón, el renegón, el que se queja, el deportista, el artista, entre otros. O también los comparan: «¿Por qué no terminas de comer rápido como tu hermana?» o «Mira a tu hermano, él se sacó 20 en matemáticas».
Este tipo de comentarios o acciones puede influir en su autoconfianza, en su seguridad y en la relación fraternal. Sin ser conscientes, los padres pueden estar provocando rivalidad entre hermanos.
3. PRESTARLE MÁS ATENCIÓN AL MÁS PEQUEÑO
La experta señala que, a veces, los padres pueden enfocar toda la atención y satisfacción de la demanda en el más pequeño.
4. NO BALANCEAR VÍNCULOS
Kuwae añade que será difícil balancear los vínculos hacia el hijo mayor y el menor, pero como padres no se debe forzar a nada que los niños no quieran.
5. CREER QUE EL HERMANO MENOR ES UN COMPAÑERO DE AVENTURAS PARA EL MAYOR
Los padres pueden creer que por tener un hijo mayor, tiene un compañero de juego (que sería el hermano menor) y que los papás ya no deben jugar con él.
6. PERDER EL ENTUSIASMO
Sentir una disminución de entusiasmo por algunas experiencias, porque ya las pasaron con el mayor. “Cada hijo tiene una experiencia distinta al otro”, enfatiza.
7. NO ENTENDER QUE SON DIFERENTES
Los padres suelen esperar que sus hijos tengan las mismas características de personalidad, pero no es así. Cada niño es diferente, siente diferente y piensa diferente.
8. CREER QUE TODOS LOS NIÑOS SE DESARROLLAN DE LA MISMA FORMA
Los padres también pueden llegar a creer que tendrán los mismos ritmos de desarrollo que el mayor, cuando hay que entender que cada niño tiene su propio ritmo para crecer y aprender.
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Finalmente, la especialista agrega que es muy importante tener en cuenta que cada hijo es una persona distinta, con una historia de vida particular y características propias. Cuando un hijo nace se inicia una etapa nueva: sea el primero, el segundo o el tercero. Por lo tanto, de más están las comparaciones. El segundo hijo no nació como regalo para el primero. Cada uno de los hijos ocupa un lugar y un rol en la dinámica familiar, es único e irremplazable.