Estimulando a mi bebé con música

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Escrito por: Mishell Salazar

Imagen: Flickr.com

La música se ha convertido en una herramienta útil para las relaciones entre padres y bebés. Muchas veces utilizamos las sonajas para tranquilizar al pequeño cuando está alterado o nervioso, sin saber que esta práctica trae beneficios en la estimulación.

Luego de los tres meses del nacimiento del bebé es fundamental centrarse en la estimulación temprana. Según la Psicoterapeuta Infantil, Cinthya Guerra, la música es un elemento principal que aporta a mejorar las capacidades cognitivas, sentidos, creatividad, imaginación y demás. Los sonidos suaves favorecen el descanso y sueño del niño. Esta práctica se ha vuelto indispensable para su desarrollo educativo. Por ejemplo, la música clásica es un componente para el estímulo, ya que tiene armonías suaves que transmite un sentimiento de placer.

La profesora de Estimulación Temprana, Regina de Mendrano en la página web “Mi mamá y yo”, menciona algunas recomendaciones para estimular el oído del bebé. Aconseja sonar campanas al lado izquierdo y derecho de la oreja, luego resonar en la parte superior de la cabeza. Este sonido repercute de forma asimétrica por todo el cuerpo y logra que el niño pueda hacer movimientos para reconocer el eco.

Asimismo, recomienda colocar una pulsera con cascabeles en la muñeca. Cada vez que el pequeño haga un movimiento reconocerá el ruido y, posteriormente, percibirá que puede manipular la melodía. Regina manifiesta que se tiene que intercambiar los cascabeles de las manos a los pies para un mayor y fácil reconocimiento.

Cuando los bebés nacen, su cerebro no está del todo formado. Las neuronas aumentan y conectan con el pasar del tiempo. Los padres son los protagonistas principales para la estimulación de sus hijos. Ellos aportan en este proceso con las melodías y otras herramientas.

Además, las armonías contribuyen a desarrollar el lado intelectual de ellos. Cuando la madre tararea una canción a su pequeño, lo impulsa a comprender el lenguaje y sus expresiones. Esto colabora a fomentar la concentración y aumenta su capacidad. Además, cuando empiece a dar sus primeros pasos se sentirá seducido por los bailes y los ritmos. La letra del musical aporta a la motricidad y coordinación.

La interacción con los sonidos crea un vínculo afectivo con el bebé y fortalece la conexión entre los padres e hijos. Más aún, el niño se siente emocionalmente protegido por la actividad que realiza junto a su madre, añade la Psicoterapeuta Cinthya Guerra.

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