A finales del año, el coronavirus estará controlado pero los hospitales volverán a colapsar. No por el COVD-19 sino por las embarazadas o las nuevas incubadoras que se usarán. Las salas de parto estallarán tanto que las obstetras recibirán a los futuros integrantes, engendrados en los días de cuarentena.
Serán los Baby boomer, un término que fue usado para describir a las bebés que nacieron durante el Baby boom, que sucedió en algunos países como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda posterior a la Segunda Guerra Mundial. Estos experimentaron un alza en las tasas de natalidad, fenómeno denominado a la nueva generación.
En un reciente estudio de la Universidad Johns Hopkins acierta con el aumento de los nacimientos, aunque sea por períodos breves en los tiempos de desastre. Para ello, se analizó la tasa de natalidad en climas tropicales a lo largo de las costas del Atlántico y, concluyeron que había un pequeño Baby boom.
“Va a suceder. Probablemente sea el Baby boom más grande que hayamos visto” –declaró hace unos días a Fox News, Kevin Kathrotia, de Millennium Neonatology, organización experta en neonatología. “Ahora que muchas parejas jóvenes ya no tienen bares ni restaurantes donde ir, y optan por ver Netflix en casa, podría haber un aumento de nacimientos en diciembre”.
Pero, existe el lado positivo de estos embarazos y es que en la mayoría de los casos serán deseados. Si hoy existiera un Baby boom por el coronavirus, podría ser la solución al problema del primer mundo: caída de la tasa de nacimientos. Un claro ejemplo, en Estados Unidos en 2018 los partos cayeron a su punto más bajo en 32 años, aunque expertos señalan que el declive comenzó antes.
Algunos factores que alteran este nuevo fenómeno es: encierro, tensión y la convivencia obligatoria. Además, ello produce tener un mayor encuentro sexual y embarazos subsecuentes. Asimismo, otro factor es la escasez de condones, que en ciertos países se está registrando como en Asia. Pero, un aliado inesperado es la industria del porno.
Se imaginaria estar todos los días con su pareja lleno de estrés, estímulo sexual y falta de condones. Es cuestión de pensar en qué nombre le deberíamos de poner a esta nueva generación que se viene: coronials, cuarentenials o pandemials. ¿Usted por cuál se decide?