Si eres mamá, de seguro te han recomendado darle leche u otros lácteos a tu bebé para alentar su crecimiento y se mantenga sanito. Sin embargo, la introducción a los lácteos debe ser minuciosa para evitar alergias en el niño. En esta nota, la Dra. María Elena Salinas, pediatra de la Clínica Santa Isabel, te cuenta cuando tu pequeño puede consumir estos alimentos y su importancia en su desarrollo.
¿Por qué es importante el consumo de lácteos en los niños?
Los lácteos son una buena fuente nutricional, ya que fomentan el crecimiento en los niños. Estos aportan minerales por el alto contenido en calcio, fosforo y magnesio. La esencia principal de los lácteos tiene dos componentes importantes:
- La calceína: proteína importante de la leche que favorece a la absorción de los minerales.
- La presencia de la lactosa: Es un disacárido o carbohidrato de la leche y componente calórico importante para la ganancia de peso.
¿A partir de qué edad se deberían consumir?
Cuando se habla del consumo de lácteos se toma en cuenta desde la lactancia materna. La Organización Mundial de la Salud, la Organización Americana de Pediatría y la Sociedad de Pediatría Española, son las que pautean la guía de alimentación de tu pequeño. Lo ideal es que los bebés lacten desde recién nacidos hasta los 23 meses. La lactancia materna es su principal fuente de energía.
La doctora indica que se pueden incluir lácteos en la dieta de los bebés a partir de los 12 meses; sin embargo, se recomienda retrasar su consumo cuando son derivados animales entre el año y los 2 años; cuando se haya implementado la alimentación complementaria.
¿Cómo introducir los lácteos en la dieta del bebé?
Se recomienda que se consuman cuando se inicia la alimentación complementaria. Asimismo, es importante tener en cuenta factores de riesgo como las alergias que puede presentar el bebé. Por eso, se recomienda iniciar el consumo de lácteos no adaptados a partir de los 12 meses, ya que las proteínas de la leche de vaca sin modificar pueden ocasionar microhemorragias en el sistema digestivo de los bebés, sobre todo si tu pequeño no ha sido alimentado con fórmulas.
Se aconseja empezar entre los 9 a 12 meses en pequeñas cantidades introduciendo el yogurt. La doctora también recomienda darle porciones chiquitas de queso a tu hijo a partir de los 9 meses. Ya cuando el bebé supera el año, se le puede ofrecer arroz u otros cereales con leche; esto debido a la composición para evitar que se atraganten.