En el Perú, la anemia afecta al 43,6% de los niños menores de tres años. En otras palabras, 4 de cada 10 niños entre 0 a 36 meses padece este problema de salud. Esta cifra ha permanecido sin mayores cambios en los últimos cinco años, a pesar de los esfuerzos del gobierno por reducirla.
Está comprobado que la anemia infantil afecta al desarrollo psicomotor. Las consecuencias se observan a futuro, a pesar de corregirse la anemia. Y suelen manifestarse en un menor desempeño en las áreas cognitiva, social y emocional.
¿Qué alimentos ayudan a prevenir y combatir la anemia?
Básicamente, la anemia se origina por la falta de hierro. Todo comienza por una mala alimentación o una no muy bien equilibrada. La nutricionista Julie Mariaca Oblitas, coordinadora de la Estrategia de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud (MINSA), recomienda el consumo de la sangrecita; las vísceras oscuras como hígado, bazo, riñón, bofe, corazón, mollejita; y carnes rojas de origen animal y pescado. Estas deben ser consumidas por los niños en la etapa escolar, a fin de contribuir en la prevención y combatir la anemia.
La especialista señala que el cuerpo humano absorbe de estos alimentos un promedio del 40% del hierro. Si la persona tiene anemia al momento de consumirlos, puede absorber hasta el 50%, a diferencia de los productos de origen vegetal, de donde se obtiene solo el 3% de las vitaminas.
Estas carnes deben consumirse a la par con los alimentos que contengan vitamina C, sumado a las menestras, que también son una gran fuente de vitaminas para combatir este mal. Se recomienda que los niños menores de 3 años coman al menos dos cucharadas de carne roja o vísceras a diario. En el desayuno de los escolares debe ser infaltable este tipo de alimentos, porque provee de energía a los niños durante sus horas de estudio.
Para el desayuno, la nutricionista recomienda variar entre alimentos como avena, leche o yogurt. No olvides incorporar productos de origen animal como pan con paté o pan con relleno. Asimismo, la lonchera debe contener un componente líquido, de preferencia agua porque hidrata mejor; además de una fruta fresca y un sándwich.