La congestión nasal en tu bebé puede indicar el inicio de una fiebre o gripe, por lo que es importante frenarla a tiempo. El primer síntoma claro se presenta cuando se observa que el pequeño presenta dificultad para respirar bien. Además, se escuchan esos perturbadores ronquidos que indican que la congestión nasal le impide aspirar el aire con normalidad. Por ello, es importante mantener limpia la nariz para evitar que el bebé sufra.
Sin embargo, muchas veces, los mocos secos en tu bebé hacen que tenga una respiración ruidosa, pero no significa que exista una congestión nasal propiamente como tal. A continuación, te damos algunas soluciones a cargo de Cecilia Salazar, investigadora especializada en temas de embarazo y educación perinatal:
- Procura mantener el ambiente húmedo: los humidificadores son buenos aliados para aliviar la congestión nasal, ya que ayudan a que salgan más fácilmente las mucosidades que al bebé le impiden respirar. Un ambiente húmedo es importante para evitar que empeore.
- Aplicar un baño de vapor: dejar correr agua caliente en el baño y luego entrar a un baño de vapor también ayuda. Se pueden agregar algunas gotitas de aceite esencial de eucalipto al agua para que el vapor tenga este aroma tan aliviante y se liberen sus fosas nasales.
- Hidratación: mantener a tu bebé hidratado es clave para favorecer la fluidificación y, en consecuencia, la expulsión del moco. Si tu hijo tiene más de seis meses, y ya está condiciones óptimas para ingerir líquidos, es esencial que le des agua a temperatura ambiente. Esto ayudará a que sus fosas nasales se liberen.
- Masajes: un masaje nasal en la zona del tabique y nariz ayudará a movilizar las mucosas en la zona. Aplicar un masaje antes y después de humidificar y/o vaporizar ayudará óptimamente.
- Otra recomendación es intentar que el bebé no esté completamente horizontal, porque esa posición le impide respirar todavía más. Inclina un poco su espalda hacia adelante con una almohada. La posición será de gran ayuda
Si tu bebé continúa con la congestión nasal y su estado se agrava es necesario que acudas al pediatra, con el fin de que te recomiende las medicinas adecuadas para aliviar las molestias de tu pequeño.