¡Conoce más sobre la hiperpaternidad!

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Muchos padres solemos exigir a los niños y proponerles un sinfín de objetivos y actividades, ya sean semanales o diarias, para que sean competitivos. A esto, se le suma la sobreprotección. Los expertos llaman a esto “hiperpaternidad”. En este artículo te contaremos más.

Isabel Burgos Cáceres, psicóloga infantil y directora de la cuna jardín del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásica (INEN), señala que la HIPERPATERNIDAD es un término nuevo que hace referencia a las tendencias actuales en cuanto a la crianza, caracterizada por manifestar excesiva y desmedida atención hacia los hijos lo que a su vez les impide un sano desarrollo.

Esto debido a que muchos papás y mamás tienen la idea de que, para ser buenos padres, debe estar pendiente de todo lo que hacen los niños. Por ello, resuelven todos sus problemas, incluso se anticipan a ellos y les indican cómo actuar.

La hiperpaternidad considera a los hijos como individuos sagrados, a los que hay que defender en todo momento y ahorrarles los problemas.

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¿CÓMO SE RECONOCE A UN HIPERPADRE O HIPERMADRE?

La experta señala que los hiperpadres presentan una atención exagerada a sus hijos, tratándolos como reyes, casi como rindiéndoles culto. Les dan gusto en todo, se les permite todo y la relación de los padres gira en torno a atender hasta la más mínima necesidad del niño, con el fin de evitar que “sufra”.

También, procuran resolver de forma sistemática e inmediata cada uno de los problemas que afrontan sus hijos. Son sobreprotectores y exagerados generando con ello una serie de consecuencias negativas para el desarrollo de sus hijos.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PADRES CON HIPERPATERNIDAD

La psicóloga menciona algunas de las características de los padres que tienen HIPERPATERNIDAD.

  • La hiperpaternidad puede adoptar diferentes formas, pero siempre hay en común esa necesidad de proteger, supervisar y controlar que todo vaya según el plan establecido.
  • Organizan la vida familiar como si fuera la organización de una empresa. Están presentes en cada detalle. Exigen de sus hijos lo mismo que la sociedad espera de ellos como padres: perfección.
  • Los hiperpadres llegan a hacer las mil y una para conseguir la escuela perfecta para su hijo. Son habituales los cambios, el cuestionamiento y crítica hacia los profesores, colegios y hasta al sistema educativo.
  • Otra de las características de este modelo de crianza es la obsesión por la estimulación precoz: los niños deben destacar lo antes posible en competencias como la lectura, la escritura, el deporte o los idiomas. Una vez ya tienen la escuela ideal, los hiperpadres también necesitan saber todo lo que pasa dentro de las aulas, hasta el punto de querer interferir en la tarea educativa de los maestros, llegando a cuestionar sus métodos y/o aptitudes.
  • Los hiperpadres hacen todo lo que ellos creen que un buen padre debería hacer. Llevarlos, traerlos, conseguirles vacante en los mejores colegios, que hagan un taller de arte con algún artista reconocido. Pero, contrariamente, no ejercen la función parental; es decir, no son capaces de establecer el vínculo emocional adecuado. La relación se fundamenta más en lo material “el llegar a ser” que en el sentirme bien para “llegar a ser”.

¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE LA HIPERPATERNIDAD?

BAJA AUTOESTIMA EN LOS HIJOS

Los juicios de valor hacia sí mismo disminuyen, asumiendo que tanto su opinión y su persona no son importantes, perdiendo autoconfianza y afectando otras áreas de su vida como la social y la escolar.

DIFICULTADES EN EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES

Como primeras figuras de referencia, los padres son quienes ayudan y enseñan a su hijo a comunicarse efectivamente, a establecer relaciones y a entrar en contacto con otras personas. Al no existir una referencia, los niños optarán por relacionarse con los demás de forma indirecta, a través medios tecnológicos, de manera inadecuada.

LOS NIÑOS NO TIENE DIFICULTAD PARA EL DESARROLLO DE SU AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA

Esto debido a que tienen en todo momento a los adultos organizándose e incluso, como se suele decir comúnmente, “sacándoles las castañas del fuego”.

BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

Son niños y niñas que presentan baja tolerancia a la frustración, esto generalmente porque crecen con la firme convicción de que merecen todo sin hacer el mínimo esfuerzo, que son acreedores de múltiples derechos, pero muy pocos deberes, perfilándose una personalidad egocéntrica y prepotente, por lo cual cuando se ven enfrentados al mundo real en su se cargan de mucho estrés y son incapaces de resolver solos sus propios problemas, de tomar decisiones y difícilmente asumen responsabilidades.

DETERIORO DE LOS CANALES DE COMUNICACIÓN FAMILIAR

Uno de los pilares fundamentales en la crianza es la comunicación efectiva, la cual no solo fortalece el vínculo entre los miembros de un núcleo familiar, sino que a su vez genera los lazos de confianza necesarios que dan estructura al desarrollo de nuestros hijos en otras áreas y estos se ven afectados.

DIFICULTADES EMOCIONALES Y CONDUCTUALES

Los hijos mostrarán frustración y generarán cambios en su conducta con el fin de obtener la atención de sus padres (rabietas, bajas calificaciones, etc.) Estas conductas pueden agravarse o derivar en otras más problemáticas durante la adolescencia y en su vida de adultos.

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RECOMENDACIONES PARA LOS PADRES DE FAMILIA

Teniendo en cuenta las consecuencias negativas que trae consigo la hiperpaternidad, se hace necesario que los padres tomen medidas para evitarla por el bienestar de sus hijos.

Los padres deben tomar las medidas como:

  • Evitar la sobreprotección.
  • Estando pendientes de los hijos, pero no solucionarles todos los contratiempos y dificultades apenas se presenten.
  • Hay que supervisarlos, pero dándoles la oportunidad de que aprendan a resolver esos problemas por sí mismos.
  • Es necesario que los padres empiecen, por dar el ejemplo, a asignarles pequeñas tareas en casa que deben realizar por sí solos, e ir aumentando la dificultad de los mismos en la medida de la edad y posibilidad de los hijos.
  • Los padres deben darse cuenta de que no pueden pretender que sus hijos sean, tengan y logren los objetivos que ellos no lograron. Cada persona es un mundo y debe tener la libertad necesaria para decidir su propio camino en la vida.
  • Los papás no deben estar a su lado todo el rato mientras hacen los deberes. Deben ser los niños los que los realicen y los adultos solo les ayudarán a resolver dudas.
  • Los padres de familia deben establecer límites claros, sin temor a “traumar” a sus hijos, eso les dará una idea de cómo funciona el mundo real, un mundo que no debes preparar para ellos, sino prepararlos a ellos para el mundo.
  • Enseñar a los hijos a asumir sus propias responsabilidades y la consecuencia de sus actos, sean positivos o negativos.
  • Si es difícil realizar esto, los padres deben buscar consejería profesional.

 

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