¿Sabías que las convulsiones febriles son el problema neurológico más común en las emergencias pediátricas? Por ello, en este artículo te comentaremos cuáles son sus características y te explicaremos cómo enfrentar esta situación.
Álvaro Altamirano, director médico del Consultorio Médico Pediátrico y pediatra de Emergencia del Hospital Guillermo Almenara, menciona que la convulsión febril está asociada a una enfermedad febril, en ausencia de una infección del Sistema Nervioso Central o de un desequilibrio electrolítico. Sostiene que suele presentarse en niños mayores de un mes de edad sin antecedentes de convulsiones afebriles previas. También, indica que puede darse entre las edades de tres meses a cinco años de edad, siempre que esté relacionado con la fiebre, pero sin datos de infección intracraneal.
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CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
El especialista afirma que la convulsión febril es repentina o súbita y ocurre cuando los niños tienen fiebre, y presentan movimientos involuntarios de flexión y extensión de miembros, mirada fija, ojos en blanco, y salivación profusa.
Asimismo, hay pérdida del conocimiento y desvanecimiento. Por lo general, al convulsionar, el niño cae y se golpea.
RECOMENDACIONES PARA LAS MAMÁS Y PAPÁS
Altamirano señala que los padres deben saber cómo tratar la fiebre en casa rápidamente. Para ello, es importante tener a la mano un termómetro, ya sea el digital o tradicional de mercurio. Deben aprender a tomar la temperatura en forma adecuada.
El niño debe estar con ropa ligera, por lo menos de cinco a diez minutos, y luego proceder a la toma de temperatura. Si el niño está con fiebre, se le tiene que dar un jarabe, un antipirético, y bañarlo con agua tibia de cinco a diez minutos. Después de ello, se lo saca y se lo deja con ropa ligera para que bote más rápido el calor.
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TIPOS DE CONVULSIÓN FEBRIL
- Convulsión febril simple: dura pocos minutos y no hay ninguna repercusión más adelante.
- Convulsión febril compleja: dura más de treinta minutos. En este tipo de convulsiones febriles, es conveniente dejar al paciente en observación en emergencia entre 24 a 48 horas con el fin de controlar una nueva convulsión.
DATO IMPORTANTE
El pediatra informa que la mayoría de convulsiones febriles se presentan de 38 a 39 grados. Para que un niño tenga convulsión febril, debe estar genéticamente predispuesto a convulsionar con fiebre, pues la mayoría de veces son hijos de papás o mamás que también han tenido convulsiones febriles. También, puede darse que el niño convulsione sin que los padres lo hayan hecho.
¿CÓMO TRATAR LA CONVULSIÓN CON EL PEDIATRA?
Si el niño está en el rango de cinco meses a cinco años, se trata de una convulsión febril. En primer lugar, se canaliza una vena, se pone un endovenoso y se le pasa un anticonvulsivante, que puede ser diazepam, y se le da un medicamento para la fiebre, que es el metamizol. Además, se le da oxígeno, porque cuando hay una convulsión febril todos los músculos se contraen.
Luego, se espera que el anticonvulsivante haga efecto y que el niño quede dormido. El paso posterior es la toma de un examen de hemograma, de orina, de heces para ver qué infección presenta el niño. Después, cuando el pequeño despierta, se observa cómo está su estado de conciencia. Y, en caso de que el resultado, por ejemplo, arrojara una diarrea infecciosa por bacterias, se le da el tratamiento antibiótico y sale de alta.