¿El castigo es realmente efectivo como método de corrección?

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Los castigos son pocos educativos que no deberían ser normalizados y que, además, provocan consecuencias negativas en los niños. Por ello, en este artículo te contaremos más.

Jesica Kuwae, psicóloga infantil y directora del centro Crianza Danza, nos explica que, los castigos no son efectivos, ni saludables, ni deberían ser parte de ninguna estrategia de corrección.

Además, la acción física o alguna penitencia (mirar la pared o escribir varias veces algo, por ejemplo) termina ocasionando exactamente lo opuesto a lo que los papás buscan.

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¿QUÉ ENTENDEMOS POR CASTIGO?

La experta comenta que algunos padres entienden que el castigo es necesario, pues es la forma de poner un límite, de inculcar autoridad o de implantar respeto. Pero el castigo, como se conoce, en realidad lo que puede provocar es miedo, culpa, inhibición o resentimiento.

Por lo que, el niño tal vez terminará comportándose distinto, pero no porque esté convencido de ello o porque lo ha comprendido, sino porque quiere evitar el castigo.

EFECTOS SECUNDARIOS DEL CASTIGO

Kuwae añade que, si se implanta una disciplina basada en el castigo, lo que se conseguirá es que los niños busquen cumplir con conductas «correctas» porque así sus padres los piden, porque no quieren recibir una nalgada o un grito o quedarse sin jugar, mas no porque entiendan qué es lo adecuado o saludable. Solo se comportarán bien si los padres están presentes o si reciben una advertencia.

¿QUÉ HACER SI LOS PEQUEÑOS HACEN RABIETAS?

La psicóloga señala que las rabietas son descargas emocionales. Depende mucho de la edad del niño para poder manejarlas adecuadamente, porque no es lo mismo una rabieta en un niño de 3 años que en uno de 8.

Pero si se da la rabieta, es porque emocionalmente el niño aún no ha alcanzado la regulación, la madurez para tolerar una frustración o respetar un límite. Por lo que, la rabieta no es motivo de castigo, es señal de que los padres no están acompañando y orientando emocionalmente a sus hijos.

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CONSEJOS PARA LOS PAPITOS

La especialista nos deja las siguientes recomendaciones que debemos tener en cuenta:

  • Estar atentos al desarrollo de sus hijos no sólo es estar pendientes de sus cuidados físicos, sino también de sus emociones y de sus afectos, pues de ahí parten sus comportamientos.
  • Más que castigos o sanciones (quitarles la televisión, no salir al parque, no comer postre y hacer más tareas), lo esencial es que los niños aprendan que hay consecuencias, que todas nuestras acciones tienen efectos secundarios.

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