La gran mayoría de los padres se quedan sorprendidos al notar que los más pequeños de la casa se comportan muy bien con extraños o familiares. Fuera de casa e incluso en el hogar, en muchas circunstancias no los obedecen, no les presta atención y hasta responden de mala forma. A veces los padres tienden a cuestionar y preguntarse si están haciendo algo mal, ya que otras personas parecieran que tenga más capacidad para guiar el pequeño.
Es solo un idealismo el que los padres quisieran que sus hijos se comporten muy bien en todos los lugares que visiten. Algunos no saben cómo controlar a sus pequeños y no comprenden por qué no lo logran.
Según la psicóloga y psicoterapeuta familiar, Marta Falaguasra, menciona en el medio Semana que es totalmente normal los distintos comportamientos, porque los pequeños se sienten muy confiados y seguros con los padres. Consideran que sus papás pese a algunos berrinches seguirán para protegerlos. De esta manera, los niños podrán expresar con total libertad sus frustraciones, angustias y sentimientos.
Según la psicoterapeuta Cinthya Guerra, con las personas que no conocen hay desconfianza y por ello reprimen sus emociones y no muestran lo que sienten.
Sin embargo, esto no significa que los niños deben de portarse mal. Hay algunas circunstancias que tienden a favorecer su comportamiento tranquilo y severo. A continuación, unas recomendaciones para promover un ambiente que aporte y ayude en el crecimiento del niño y a la vez puedan expresar sus emociones:
Brindarles atención y tiempo
Los niños necesitan que los padres jueguen y compartan momentos de fantasía, sueños, historia y demás. Cuando el pequeño no encuentra un soporte recurren a las malas acciones y se revelan. Cuando existe un ambiente de comunicación y recreación empiezan a expresar con mayor facilidad sus sentimientos.
Enseñar a manejar las emociones
De esta forma aprenderá y comprenderá a cómo controlar sus emociones. Es un proceso muy complicado para ellos desde su nacimiento y se consolida en su desarrollo y a medida que maduran.
Ser un modelo para sus hijos.
Los niños aprenden con ejemplos que con palabras. Los padres deben tratar de evitar de reaccionar con descontrol. Así pensarán que las emociones se manejan con gritos y bulla.