Cuando nuestro bebé nace y pasa por el canal de parto, su cabeza tiene la suficiente flexibilidad para que pueda pasar por ahí sin dañar su cerebro. Esto se debe a la presencia de la fontanela, o comúnmente llamada mollerita.
El Dr. Godofredo Talavera, pediatra, nos cuenta más sobre lo que debemos saber de la mollerita de nuestro bebé.
Fontanelas o “molleritas”
Son espacios entre los huesos que permanecen abiertos en los bebés y niños pequeños hasta los 18 meses aproximadamente. En algunas ocasiones también se le conocen como puntos blandos. Estas son necesarias para el desarrollo y el crecimiento del cerebro de nuestro pequeño.
Los recién nacidos tienen dos fontanelas: la que se encuentra en la parte superior, llamada fontanela anterior y la que se encuentra en la parte posterior. La primera se cierra entre el primer y segundo mes, o puede que se cierre antes del parto. La última hasta los dieciocho meses.
Sin una fontanela flexible, el cerebro del bebé no crecería lo suficiente, generando así, a largo plazo, daño cerebral.
Cuidados básicos
Muchas veces, las personas y/o personal de salud mencionan que se debe tener cuidado cuando se le bañe al bebé porque no se debe tocar su mollerita. Otras veces indican que se debe cubrir para que no entre aire. Según el doctor Godofredo Talavera, todos estos “cuidados” son innecesarios.
Lo único que debe cuidarse es que su fontanela esté abombada y que se cierre entre los seis o dieciocho meses. Si esta se encuentra muy abombada puede ser signo de una infección o sangrado o, posiblemente una tumoración.
En esos casos, es recomendable que acuda con su doctor para que pueda descartar alguno de estos supuestos y encontrar el tratamiento adecuado. También se debe ir cuando la mollerita no cierre por completo en el lapso de tiempo indicado.
Los controles son esenciales para asegurar el bienestar de nuestro bebé.