La lactancia materna es indispensable para el desarrollo de tu bebé. La Organización Mundial de la Salud (OMS} recomienda que las madres inicien la lactancia durante la hora siguiente al parto y la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses. Además, la lactancia debe continuar hasta los dos años o “más allá”, tal cual se expresa en la guía que sustenta su idea.
El término “más allá” se utiliza porque, pasados los dos años, se sugiere que la lactancia se mantenga hasta que la madre y el hijo así lo quieran. A este proceso se le conoce como «lactancia prolongada» y aplica para todo niño mayor de dos años que continúa recibiendo pecho. Pero, ¿es recomendable prolongar la lactancia? ¿Puede resultar perjudicial para la salud de tu hijo? Hoy resolvemos tus dudas.
PREJUICIOS SOCIALES AL PROLONGAR LA LACTANCIA
Seguramente más de una vez habrás escuchado a algún familiar o amigo cercano decir “Te está usando” o “Ya es hora de que la deje” cuando ven que sigues dando de lactar a tu bebé, ya algo grande. No te preocupes. La guía de la OMS reconoce que es algo habitual y cotidiano en otras culturas, pero relativamente poco frecuente en los países modernos.
Las madres que deciden seguir amamantando a niños mayores encuentran en ocasiones barreras o rechazo en la sociedad, entre los profesionales sanitarios e incluso dentro de su propia familia, basadas en mitos o creencias personales. La pediatra Vanessa Galván, especialista en Nutrición Infantil, recomienda que el destete se produce entre los 2 años y medio y los siete años de edad, pues no “todos los bebés se quitan el pañal a la vez, ni dejan la teta al mismo tiempo”.
¿ES RECOMENDABLE PROLONGAR LA LACTANCIA?
Además, la especialista comenta que la leche materna no pierde propiedades con el paso del tiempo. Al contrario, a partir del primer año de lactancia, la cantidad de grasa en la leche aumenta con respecto a los primeros meses. Lo que no resulta perjudicial en lo absoluto, teniendo en cuenta que los niños mayores que toman pecho presentan una menor incidencia de infecciones para su edad que sus contemporáneos que no son amamantados.
Asimismo, la prolongación de la lactancia materna también está implicada en un mejor desarrollo emocional y psicosocial del niño. Y no solo resulta beneficioso para el bebé, sino también para la madre. A más tiempo total de lactancia, menor riesgo de diabetes tipo 2, cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión e infarto de miocardio.
Finalmente, la pediatra recomienda prolongar la lactancia de ser posible, por la cantidad de beneficios físicos y emocionales que trae para la madre y el hijo. Recuerda que no todos los bebés dejan el pecho al mismo tiempo ni se sienten preparados para romper este vínculo contigo. Si puedes, hazlo. Y no sientas vergüenza o te dejes llevar por comentarios de terceros: solo tú sabes lo que es mejor para tu hijo.