Los primeros meses de vida son importantes, ya que las madres logran formar un vínculo o conexión especial con el bebé y este se mantiene, principalmente, a través de la lactancia materna. Al nacer, su sistema inmunológico, no está lo suficientemente desarrollado para enfrentarse a nuestro entorno. Por eso, en este artículo te brindaremos mayores detalles sobre la importancia de la nutrición en los primeros mil días de vida.
Para la nutricionista Graciela Guillen, asesora en alimentación complementaria y nutrición infantil, agrega que los primeros 1000 días son importantes, debido a que es clave para la salud a lo largo de la vida.
Además, la evidencia científica acumulada, muestra que los primeros 1000 días son cruciales para alcanzar el mejor desarrollo y salud a largo plazo, y constituyen un periodo estratégico en términos de prevención de enfermedades, tales como: la obesidad y otras enfermedades no transmisibles (ENT).
La vida temprana está dada por el rápido crecimiento y desarrollo del organismo y sus funciones durante el embarazo y la lactancia. Los pequeños de corta edad conllevan requisitos nutricionales específicos en cada una de estas etapas. Por tanto, la nutrición en los primeros mil días de vida resulta crucial para el desarrollo y la salud, durante ese momento y en etapas posteriores.
Guillén enfatiza que, no se trata de recomendar una «dieta sana» y de aportar una cantidad suficiente de energía para garantizar un crecimiento adecuado, sino de optimizar el aporte de nutrientes al desarrollo del infante, lo que sería una verdadera «programación nutricional temprana».
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINAS Y NUTRIENTES
La nutricionista comenta que la alimentación complementaria (AC) es considerada un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos, distintos de la leche materna o de una fórmula infantil, como complemento y no como sustitución de ésta, siendo esta alimentación la más variable desde que el bebé empieza a comer.
Los grupos de alimentos que debe abarcar son:
Fruta y verdura. Se aconseja introducir progresivamente toda la variedad de frutas y verduras disponibles. También, variar la forma de presentación (triturada, chafada, en pequeños trozos, entre otros). “No hay unas frutas mejores que otras, la decisión dependerá de los gustos de la familia, pero sí deben ser cuidadosos en la forma de presentación según sea su mes de edad, acota”.
NOTA: se recomienda evitar las verduras de hojas verdes durante el primer año de vida por el alto contenido en nitratos, por ejemplo, la acelga, la espinaca o la borraja. En caso de introducirlas en la alimentación, deben representar menos del 20% del contenido total del plato.
Cereales al iniciar la AC. Se pueden ofrecer cereales en diversos formatos, dando preferencia a las harinas integrales. Estos pueden introducirse en polvo como la harina disuelta en leche, añadidos a purés en forma de arroz, quinua, pan, pasta, avena, según la edad y el estado madurativo del lactante. Existen, además, otras fuentes de hidratos de carbono complejos que aportan energía como el camote, papa, olluco, mashua, entre otros.
Alimentos ricos en proteínas. Este grupo está constituido fundamentalmente por las carnes rojas, el pollo, el pescado, los huevos y las legumbres. Se pueden ofrecer en forma de puré, cocinados, aplastados o en pequeños trozos en lactantes más mayores. Ofrecer diariamente alimentos de este grupo, de forma variada, especialmente aquellos ricos en hierro como: sangrecita, bazo e hígado de pollo.
Grasas saludables. Deben acompañarse desde el inicio de la AC, ya que son importantes para el desarrollo intelectual y, además, de aportar energía. En esa línea, tenemos las mantequillas de frutos secos, la palta y el aceite de oliva.
CLAVES PARA UNA ALIMENTACIÓN ACTIVA
La especialista añade que se debe respetar el ritmo del bebé a la hora que ingiera los alimentos ricos en vitaminas y proteínas, para que los reconozca y se tome el tiempo de poder explorarlos.
Asimismo, respetar su grado de autonomía según sean sus capacidades, por ejemplo, tolerar un cierto desorden apropiado para su edad. Evitemos limpiar la mesa cada vez que se derrama la comida o limpiarlo después de cada bocado, esto interrumpe el proceso de alimentación.
Evitar interpretar como permanente un rechazo inicial a un nuevo alimento. Los padres deben persistir y ofrecer, claro sin presionar ese nuevo alimento. Los investigadores del tema aseguran que pueden ser necesarias de 10 a 15 veces la misma exposición al alimento para conseguir la aceptación de este mismo.
También, se debe recordar que nunca se tiene que obligar, amenazar o chantajear a un niño para que coma toda la comida del plato. Esta acción podría traer riesgo de problemas con la comida a corto y largo plazo.
ERRORES FRECUENTES DURANTE LA ALIMENTACIÓN EN LOS BEBÉS
- Decidir cuánto comer el bebé.
- Obligarlo a que coma todo lo servido.
- Darle una recompensa por terminar la comida.
- Adicionar azúcar de mesa a sus frutas o jugos de frutas.
- Obligarlos a comer rápido.
- Darle una dieta poco variada.
BENEFICIOS DE TENER UNA BUENA ALIMENTACIÓN
- Mayor desarrollo cognitivo en edad infantil.
- Fortalecimiento del sistema inmunitario en edad infantil.
- Prevención de la anemia en pequeños.
- Prevención de caries dental y pérdida de dientes.
- Prevención de la obesidad en edad adulta.
- Prevención de otras enfermedades no transmisibles, tales como: diabetes e hipertensión en edad adulta.
- Tener buenos hábitos de alimentación saludable en edad adulta.
CONSEJOS PARA TENER UNA BUENA NUTRICIÓN EN LOS PRIMEROS MIL DÍAS DE VIDA DE NUESTRO BEBÉ
La nutricionista nos deja seis consejos que debemos tener en cuenta, los cuales son:
- Ofrecer una dieta variada, libre de productos ultraprocesados, en especial hasta el primer año de vida.
- Brindarles alimentos para el desarrollo de la inteligencia como pescados, aceite de oliva, semillas, entre otros.
- Empezar la alimentación complementaria con la introducción de verduras; por ejemplo, el brócoli cocido.
- Ofrecer en los refrigerios frutas, como primera opción, cuando el bebé le toque sus cinco comidas al día.
- Evitar la introducción de sal hasta el primer año de vida.
- Respetar sus horarios y el tiempo que el bebé se toma en comer sus alimentos.
- Lavarle los dientes después de cada comida, porque una buena dentición hace una buena masticación de los alimentos.
- Evitar la adición de azúcar en bebidas o preparaciones hasta los dos años de edad.