Oídos tapados en los niños

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Es probable que, en alguna oportunidad, nuestros hijos hayan sentido que escuchan menos de lo normal por tener los oídos tapados. Si esta situación se presenta con mucha frecuencia, puede ser un poco molesta e incómoda. Por ello, en este artículo, te comentaremos cuáles son los factores que la ocasionan y cómo solucionarla.

Álvaro Altamirano, director médico del Consultorio Médico Pediátrico y pediatra de Emergencia del Hospital Guillermo Almenara, comenta que el conducto auditivo externo está revestido por folículos pilosos y por glándulas que producen un aceite ceroso denominado cerumen.

La cera casi siempre se abre paso hasta la abertura del oído. Una vez que allí se encuentra se cae o se elimina mediante lavado.

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¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL CERUMEN?

El cerumen atrapa e impide que el polvo, las bacterias y otros microorganismos, al igual que pequeños objetos, penetren y le causen daño al oído.

Asimismo, protege la delicada piel del conducto auditivo para evitar que se irrite cuando le entre agua.

Vale decir que algunas personas, producen más cerumen de lo que puede eliminarse fácilmente, a tal punto que podría endurecerse y bloquear el oído.

¿QUÉ HACER SI MI HIJO TIENE EL OÍDO TAPADO?

  • Aplicar gotas de aceite o glicerina líquida para aflojar el tapón y esperar a que salga solo.
  • Llevar al niño al otorrinolaringólogo para un lavado de oídos.

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ALGUNAS RECOMENDACIONES Y DATOS ADICIONALES

  • No utilizar hisopos, porque este entra al conducto auditivo, limpia los costados y las paredes, pero en medio va empujando hasta formar un tapón de cerumen.
  • Una forma de prevenir los tapones sería consultar, en primer lugar, con el pediatra.
  • Hay niños que segregan mayor cantidad de cerumen, y más espeso que otros.
  • Los tapones que son muy duros y están pegados no salen solo con gotas de glicerina.
  • El otorrino practica lavado de oídos y extrae el cerumen con instrumental médico.
  • El tapón de cerumen es una de las causas más comunes de pérdida de la audición.
  • El médico pediatra es el más indicado para realizar los controles, observar si hay formación de tapón de cerumen, para luego derivar.
  • Cada persona produce distinta cantidad de grasa.
  • Se pueden echar gotas de glicerina a los niños en ambos oídos, siempre y cuando veamos que el pequeño tiende a hacer tapones de cerumen en forma constante.

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