Generalmente los niños comienzan a interesarse por sus genitales desde los 3 años. Ahí es cuando se dan cuenta de la diferencia con el sexo opuesto y comienzan a hacer preguntas como: “¿mamá qué es esto?” o “¿para qué sirve?”.
¿Está bien que los niños llamen a sus partes íntimas con otros nombres?
La psicóloga y sexóloga, Paula Cajide, menciona que es recomendable enseñarles a los niños a llamar a sus genitales por su nombre. De esta manera aprenden a abordar temas sexuales con seriedad desde muy temprana edad.
También recomienda llamar cada parte íntima por su nombre y así acostumbrar al pequeño a hacerlo. Existen varias razones por las que los niños deben llamar a los genitales por su nombre. Quizás una de las más importantes puede ser ayudar a aclarar una situación de abuso o acoso sexual infantil: cuando un pervertido trate de molestar al niño, este dirá dónde lo quiso tocar. Así, sus acusaciones más claras. Incluso, el abusador podría sorprenderse de la respuesta recibida y escaparía, pues sabe que el niño conoce su cuerpo y lo va a delatar.
La especialista comenta que los niños pueden comprender mejor los cambios en sus cuerpos al usar los términos anatómicos de manera normal, pues podrá tratar el tema de manera seria y sin restarle importancia.
Otro punto importante resaltado por la especialista es que el niño podrá decir sin temor cuando sienta un dolor o malestar en sus genitales sin sentir vergüenza. Esto es importante porque en caso de encontrarse en la escuela, no se sentirá presionado por cómo puedan reaccionar sus compañeros.
Los padres deben enseñarles educación sexual a sus hijos, pues los niños se sienten con más confianza en ese entorno y aprenderán a tratar esos temas con madurez durante su adolescencia.
