El parto es una de las etapas que más incertidumbre y temores genera en las futuras mamás. Tenemos la idea de que es un procedimiento doloroso y nos genera ansiedad. En esta nota, la Dra. Mirian Contreras, ginecóloga obstetra de la Clínica Delgado, te explica cómo puedes reducir el dolor en el trabajo de parto.
¿Por qué sentimos dolor al dar a luz?
Se siente dolor porque el músculo uterino se contrae cuando el bebé ya está preparado para nacer. Cuando inicia el trabajo de parto, las contracciones uterinas se hacen más frecuentes y con mayor intensidad. No hay que confundirlas con las contracciones preparatorias más conocidas como las de “Braxton Hicks”, que se presentan en las últimas semanas (por lo general a partir de la semana 30), que sirven para ir ablandando el cuello uterino.
El trabajo de parto
En una mujer primeriza, el tiempo de duración de parto desde la fase activa tiene un promedio de 12 horas. En cambio, en las mujeres que han dado a luz previamente por vía vaginal, el parto es de 8 a 10 horas. El trabajo de parto de una mujer se divide en 2 fases. En estas, las contracciones que se presenten serán diferentes:
- 1era Fase: Más conocida como fase lenta o latente. Inicia el trabajo de parto desde las primeras contracciones, hasta la dilatación del cuello uterino de 4 cm aproximádamente. Puede durar tanto horas como días. En esta etapa las contracciones son irregulares y varían de intensidad. En la mayoría de casos, la embarazada aún puede tolerar el dolor; algunas llegan a la clínica u hospital con una dilatación de 2-3 cm.
- 2da Fase: Esta es la fase activa del parto. Inicia cuando el cuello uterino se dilata de 4 hasta 10 cm y presenta un dolor intenso.
¿Cómo podemos aliviar el dolor en el parto?
El manejo del dolor en el parto depende mucho de la concentración de la futura mamá. La especialista recomienda un entrenamiento preparatorio para controlar con una respiración adecuada los dolores, como: psicoprofilaxis, pilates y yoga prenatal.
Asimismo, durante el trabajo de parto se puede optar por alternativas para calmar a la madre como masajes, compresas calientes, musica relajante, un ambiente tranquilo en la sala de parto, compañía del esposo u otros familiares y la asesoría de su ginecólogo.
En caso el dolor sea muy intenso, se puede optar por la epidural. Esta, es una analgesia que alivia las molestias en la fase activa del trabajo de parto y hace que su duración sea más corta. Puedes sentir que tu barriga se contrae (o “se pone dura”), pero la intensidad del dolor baja notoriamente. Al aliviar el dolor, se permitirá que el cuello uterino se dilate gradualmente.
No hay contraindicaciones con respecto a la epidural, salvo que se presente una reacción alérgica a alguno de sus componentes o se presenten enfermedades en la columna vertebral. Para ello, el ginecólogo interconsulta con el anestesiólogo para que evalúe alergias a medicinas o cirugías previas que podrían complicar su aplicación.