La sopa es uno de los alimentos principales con los que toda mamá alimenta a su hijo una vez que este empieza a comer. Es un plato esencial, junto con las papillas, para todo bebé que aún no tiene su dentadura completa. Y así la tenga, es normal que la prepares para tu pequeño tenga la edad que tenga, sobre todo en invierno.
Algunas madres las preparan con verduras, papas, fideos y alguna carne para dar sabor. Pero la pregunta que muchas mamás se hacen es: ¿será la sopa nutritiva para mi hijo? ¡Hoy resolvemos tu duda!
La respuesta es un rotundo sí. Las ventajas de incluir las sopas en la alimentación de los niños son muchas. Preparar una buena sopa es una de las mejores formas para que los niños coman las verduras, ya que¸ de otra manera, resulta muy difícil que las acepten.
Pero, además de las verduras, las sopas pueden llevar otros ingredientes como carne, legumbre, fideos o arroz. La sopa ofrece un sinfín de posibilidades para que los más pequeños aprendan a llevar una alimentación saludable y equilibrada.
Según explica la Pediatra Vanessa Galván, especialista en Nutrición Infantil, la ingesta de sopa tiene dos ventajas principales en la alimentación de tu hijo. Este plato brinda:
- Hidratación: uno de los mayores beneficios de comer sopa para los niños es la hidratación que aporta. Al ser un plato compuesto por gran cantidad de agua, el organismo de los niños se mantiene hidratado y asimila mejor todos los nutrientes.
- Bajas calorías: indudablemente la sopa es un plato con pocas calorías, ideal para prevenir la obesidad infantil.
La especialista afirma que la mejor hora que tu hijo tome sopa es por la noche. Gracias a su escaso aporte calórico y su efecto saciante, la sopa es la cena ideal fácil de digerir. La sopa se puede incluir en la alimentación de los pequeños aproximadamente a partir del primer año. Es un alimento completo no solo para tu hijo, sino para toda la familia.