Todo lo que necesitas saber sobre el primer y segundo embarazo: similitudes y diferencias

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Si bien muchos pueden pensar que no existen diferencias entre un primer y segundo embarazo, lo cierto es que no son iguales con respecto a la percepción que tiene la mujer sobre este, los síntomas que puedan presentarse, ni la preparación previa a la que es sometida la madre. Por eso en este artículo te contaremos detalladamente cuáles son las similitudes y diferencias entre un primer y segundo embarazo.

Cabe resaltar que en un segundo embarazo, la mamá se encuentra más preparada y sabe qué esperar. Ya pasó hace algún tiempo, corto o largo, por el mismo proceso y es consciente de cuáles son las dificultades que pueden aparecer en el camino. Por lo tanto, las asume, afronta y hasta previene de forma idónea. Sin embargo, pueden presentarse otros contratiempos.

Según el Dr. Carlos Zapata del Águila, experto en Obstetricia, existen distintos puntos que las mujeres, embarazadas de su segundo hijo, deben tener en cuenta. A continuación, te las contamos:

  • Tras el primer parto, el cuerpo de la mujer experimenta algunos cambios físicos que facilitarán los futuros embarazos y partos. La adaptación del cuerpo ante este proceso es más rápida, los trastornos típicos disminuyen, los tejidos son más elásticos, el cuello del útero es más blando y los tiempos de expulsión se reducen prácticamente a la mitad. Esto no quiere decir que no puedan presentarse complicaciones.
  • La barriga suele crecer antes. Esto se debe a que los músculos del abdomen están más relajados y, por lo tanto, se adaptan en seguida a los cambios del embarazo. En una mujer primeriza, la barriga puede que no sea evidente hasta el quinto o sexto mes; mientras que, en un segundo embarazo, es posible que la barriga se note alrededor del tercer mes o inicio del cuarto.
  • Es probable que las náuseas y otro tipo de dolores se repitan en el segundo embarazo, puesto que se trata de trastornos relacionados con los cambios que se producen en el organismo femenino durante la gestación.
  • Los movimientos del feto o las denominadas “pataditas” se detectan antes. En un segundo embarazo, estos se notan a partir de la semana 14; mientras que la madre primeriza no los experimenta hasta las 20 o 22 semanas de la gestación. Lo que ocurre es que, en un segundo proceso, la mamá ya ha experimentado esta sensación y es capaz de reconocerla inmediatamente.
  • El tiempo de alumbramiento y el método de expulsión del bebé no tienen por qué ser igual. Esto quiere decir que el segundo pequeño no tiene por qué nacer en la misma semana que el primero, ni que el proceso natural o de cesárea se repita. Cabe recordar que cada embarazo y bebé es distinto y, por lo tanto, tienen sus propias particularidades.
  • En el segundo parto, el nacimiento vía vaginal del bebé implicará menos esfuerzo. La fase de expulsión; es decir, el parto, será más breve. Esto se debe a que el cuerpo se encuentra más aclimatado tras una primera experiencia. Si no se han presentado complicaciones, el tiempo se reduce prácticamente a la mitad en la mayoría de casos.

Lo importante es tener calma, paciencia y llevar el segundo embarazo de la mejor manera. Tienes una ventaja: ya sabes lo que te espera y, por lo tanto, te encuentras preparada para afrontarlo exitosamente. Pero nunca sola. Recuerda que es importante visitar a tu médico y asistir a tus cursos de preparación del parto. El hecho de ya haber vivido esta experiencia no te exime de posibles complicaciones.

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