La psicología inversa es darle la oportunidad a tu pequeño de escoger entre dos opciones o la menos correcta; es decir, le da libertad de poder elegir. Este método es eficaz en los niños más desafiantes, pero no debemos usarla demasiado, ya que podemos dañar su autoestima. Por ello, en esta nota te contamos más.
Jessica Ramos Reyes, psicóloga clínica con especialidad en temas infantiles y psicóloga en JP Kids, nos menciona que la psicología inversa puede ser útil y eficaz para modificar algunas conductas de nuestros pequeños. Sí se necesitará ayuda, hay que buscarla en los especialistas.
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¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA INVERSA?
La especialista comenta que es una técnica que se basa en un fenómeno psicológico llamado reactancia, la cual se presenta cuando un individuo muestra una negativa al ser persuadido por otro, dando como resultado la realización de una conducta contraria a la que se le da como opción inicialmente.
¿CÓMO PODEMOS UTILIZARLA CON NUESTROS HIJOS?
Ramos agrega que la psicología inversa puede resultar útil para modificar algunas conductas de rutina cotidiana de nuestros hijos, tales como: vestirse para ir al colegio o dejar de mirar la televisión.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que como toda técnica puede resultar efectiva para algunos niños pero para otros no, ya que esto dependerá de la necesidad del pequeño de autoafirmarse; es decir, cuanto mayor sea esta necesidad, mayor será la probabilidad de que el niño realice la conducta esperada.
¿DE QUÉ MANERA FUNCIONA LA PSICOLOGÍA INVERSA EN LOS NIÑOS?
Tal como sucede con los adultos, basta que se nos prohíba realizar algo para que comencemos a sentir curiosidad por querer hacerlo, así ocurre con la población infantil.
Por lo tanto, la Dra. resalta que la psicología inversa funciona de la siguiente manera: si mamá o papá quiere que su hijo realice una acción “X”, le pedirá que realice una acción contraria y en consecuencia, por el fenómeno de reactancia se espera que el niño realice la acción “X”.
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ALGUNOS EJEMPLOS DE ESTA TEORÍA
La psicóloga nos menciona algunos ejemplos:
- Cuando se le dice al pequeño que no ordene su cuarto para esperar que lo ordene.
- Cuando se le dice al menor que tiene que comer y este no quiere, el papá menciona que él se lo comerá, en consecuencia el niño querrá alimentarse.
- Cuando le toca la hora del baño antes de acostarse y el niño se niega, la mamá le dice que es hora de ir a dormir, tomando en cuenta que los pequeños siempre quieren realizar alguna actividad antes de acostarse temprano, podemos lograr que el niño acceda a bañarse.
RECOMENDACIONES PARA LOS PADRES DE FAMILIA
La especialista nos aconseja que si deseamos implementar esta teoría, debemos seguir las siguientes indicaciones:
- Conocer a detalle la conducta de nuestro hijo, en cada oportunidad que hay que observar.
- Conocer el motivo de la negativa del pequeño, optar esta técnica como segunda opción.
- Es de vital importancia el uso del estilo de comunicación con el que nos dirijamos al niño, evitemos alguna discusión o enfrentamiento.
- Mantener una postura totalmente congruente respecto al pequeño.
- Tener en cuenta que la instrucción que vayamos a darle no incluya características personales del niño; es decir, no usar psicología inversa negativa porque podría dañar su autoestima.
- Utilizar esta técnica con el objetivo de influir en el pequeño de forma positiva.